En un mundo en constante cambio, donde la complejidad nos impide anticipar el futuro, tener un propósito que da sentido a tu trabajo te permite tener una visión a largo plazo, y supone una gran ventaja competitiva. Definir nuestro propósito nos ha servido de guía para inspirarnos y focalizar nuestro esfuerzo, un compás para navegar a través de la incertidumbre a la que todos nos enfrentamos. En Oceanis tenemos claro el sentido de nuestro propósito:
Creemos que, al ayudar a construir marcas más humanas y atractivas, suceden una serie de cosas importantes: se genera mayor confianza interna y externa, se impulsa la mejora y el cambio, la empresa se hace más atractiva para los inversores, los accionistas y empleados se sienten orgullosos, los clientes se sienten a gusto de compartir unos mismos valores, el negocio crece y sus beneficios repercuten positivamente en la sociedad.
Es relativamente sencillo encontrar un propósito bien intencionado, que nos dé una buena razón para existir como empresa. Pero vivir ese propósito, integrarlo en tu ADN, en tu estrategia y tus procesos, ser consecuente con él en tu día a día y en tu toma de decisiones, eso es ya es una tarea mucho más difícil, pero es una tarea que vale la pena, que te guía en este mundo actual disruptivo y que se traduce en una mayor diferenciación y éxito de tu negocio.
En estos tiempos convulsos, una nueva raza de empresas emerge. Empresas más humanas, que entienden que su propósito ha de ser más grande que ellas y sus beneficios, que buscan una armonía entre la felicidad de sus empleados, la satisfacción de sus clientes y el bienestar de la sociedad en su conjunto.
A este tipo de empresas queremos ayudar a crecer: empresas que inspiran y en las que se puede confiar.